domingo, 24 de abril de 2016

Un año más, las lilas me siguen emocionando.

Hoy es un día de relax: el tiempo invita a ello. Después de estos días de lluvia, la primavera se impone. Como siempre, sorprendiendo. Estas lilas nos recuerdan el milagro de todos los años: la vida se abre paso y se reinventa constantemente. Así que, a reinventarnos...

Besos de lilas.

lunes, 18 de abril de 2016

Un té especial.



La taza, con la imagen del conejo o ¿liebre? es de hace poco; el mantelito, con un dibujo similar, es de hace mucho. Pero casan, y eso es lo importante. El primero me lo trajo mi hija de Londres, el segundo lo pinté hace ya unos años, en una tela de hilo. Por esas casualidades-yo, dicho sea de paso, no creo en ellas- se han juntado para formar un conjunto armónico, de eso no me cabe duda. Ambos se complementan hasta en la gama de colores, sobre un fondo, igualmente blanco. ¿Cosa de magia? No sé. El caso es que ahí están para deleitar a los sentidos, formando un tanden peculiar y único, con el que obsequiar, aparte de té o café, un poquito de belleza. ¿No os parece?

domingo, 10 de abril de 2016

Para recibir.



Me gusta la máxima de menos es más. Muchas veces los elementos más sencillos o denostados pueden proporcionarnos la clave para encontrar un espacio diferente. Este, que podéis observar en las fotos, lo he creado, basándome en este principio. Un sofá viejo que, probablemente habría acabado en la basura, fue la clave. Estaba, junto con otros muebles, en el piso que compramos para reestructurarlo. Era de terciopelo granate, muy similar a los que conformaban los hogares de nuestras madres. Estaba muy sucio, pero la estructura era muy buena, de madera maciza, y los muelles del tapizado también. Por eso aposté por él. Así que lo puse en manos de un tapicero y opté por una tela gris, de trama muy fuerte, en consonancia con los colores del resto del piso. Tapizar con estampados, rayas o cuadros reduce la paleta,aunque parezca lo contrario; los fondos neutros te permiten aplicar notas de color, ya sea en cojines u otros objetos decorativos. Yo me decanté por estos cojines. Además, opté por una mesa muy pequeña, lo justo para ese rincón, en la que coloqué un punto de luz indirecta. Un cuadro, sin marco, que ya ha aparecido en otra entrada del blog, llena la pared, en armonía con los tonos del sofá y de los cuadrantes. Las patas y la media concha del centro del respaldo fueron decapados a mano por mí. Me gustó el color de la madera y decidí dejarla así.
No sé vosotros qué pensaréis, pero estoy contenta con el resultado: una pieza personalizada y diferente preside el recibidor de mi casa. Admito sugerencias. 
   Besos de domingo.

sábado, 2 de abril de 2016

Banqueta restaurada en tono beiges.

Y aquí os muestro el proceso de restauración de esta banqueta. La lijamos mi hija y yo, primero con la máquina orbital y, para llegar mejor a las zonas a las que la lijadora no podía, usamos sosa caustica. Este procedimiento es arriesgado si no se sabe utilizar : la sosa es muy peligrosa y ha de aplicarse en espacios abiertos y con protección en cara y manos. Por lo demás es muy resolutiva, pues elimina enseguida la pintura, aunque, si se da mucha cantidad, la madera puede quedar muy oscura. Es aconsejable rebajarla con agua y aplicarla con una brocha, una vez adquirida una consistencia de papilla. Después de frotarla y de desprender la pintura, se puede retirar con agua abundante y a presión. El resultado, en este caso, ha sido más que aceptable: la madera, como podéis apreciar por las instantáneas, ha quedado estupenda de color y muy suave al tacto. Por lo que respecta al tapizado, elegimos una espuma de 5 centímetros y una tela de lino rústica en color beige. ¿Què os parece?