lunes, 27 de junio de 2016

Zapatos para una ceremonia.



Hola, de nuevo, a todos. Después de unas semanas, vuelvo al blog. Los exámenes y el final de curso me han tenido muy ocupada, pero yo no me olvido de lo que realmente me gusta: esto. Poder crear y materializar las ideas es algo que me llena. No podría vivir sin ellas, así que ahí va una. En realidad, debería decir, en este caso, que la idea inicial me la proporcionó la novia; yo sólo tuve que darle forma. Y este es el resultado: unos zapatos únicos para recordar un momento también especial en su vida, el de su boda. Cuando me ofrecieron el trabajo, dudé. Nunca me había enfrentado a este reto, pero las ganas me pudieron y lo acepté. Tardé un tiempo en ir trazando un plan para abordar la tarea. Puede parecer presuntuoso, pero tenía su peligro: Los zapatos estaban inmaculados y solo con pensar en estropearlos, me frenaba. Por eso decidí sacar patrones de todos los laterales y hacer esbozos de cada uno de ellos. Otro problema fue el de elegir la letra, sobre todo cuando tienes tantas opciones y todas tan estupendas. Una vez que hubieron madurado las ideas, comencé y ya nada me detuvo. Sabía que no podía fallar, a pesar de las dificultades y de los pinceles tan finos y delicados, tanto que hube de remarcar varias veces los contornos. Y la elección de los colores, pero en eso no dudé. Mucha experiencia me avala. En fin, que el resultado es el que véis. Para completar el trabajo, decidí confeccionar una bolsa, que repetía la misma flor del cerezo. Mi regalo para los novios.
Espero que lo disfrutéis.
Muchos besos y feliz veranito. Nos vemos en la próxima entrega.