En efecto, muchos corazones. Para mis alumnos de 2º de bachillerato. Un detalle que he realizado con mucho cariño y desde los sentimientos. Han sido tres años de estrecha convivencia y no podía pasar la ocasión de brindarles un recuerdo. Una forma de alargar en el tiempo esos momentos vividos. O dicho de otra manera más clara: para que no me olviden. Porque yo a ellos no los olvidaré. Quizás sus nombres se irán diluyendo en un fondo insondable de la memoria, pero su recuerdo siempre permanecerá en mí. De esto estoy segura. Cuando se acercan estos días de adioses y besos, un poso de melancolía me invade sin querer. Melancolía, que no tristeza. Son muchas las vivencias y es difícil guardarlas en el cajón de los recuerdos, junto a otras de años atrás. Pero la vida, que no cesa, se impone. Y nos pide las despedidas.Algo que detesto. Prefiero los "hasta luego". Una expresión que conjura el peso que tiene todo adios. Así que chicos, hasta luego. Seguro que nos volveremos a ver. Yo, mientras, esperaré a otro mayo lleno sonrisas...
Besos...
Y "hasta luegos"...
Y que la rueda no cese de girar...
¿Qué os parece?
Otra nueva idea materializada. Muchas se quedan en el tintero, pero esta la he agarrado bien: un bolso, tipo cubo, rígido que he realizado con una tela fuerte. A ella le añadí un forro amarillo de flores, como la tridimensional que adorna el exterior.. Las asas, como apreciaréis, son de piel, y las sujeté, además, con unas embocaduras de una piel parecida. Después, para completar el conjunto, añadí algunos detalles de abalorios. ¿Os gusta? A mi, qué os voy a decir. Tengo un bolso exclusivo y eso es lo que merece la pena. ¿Os animáis?
Esta era la mesa que andaba buscando desde hacía algún tiempo para un rincón de trabajo. Quería algo diferente. Ya me había recorrido muchas tiendas de decoración en su busca, pero las que veía no me gustaban. Hasta que, por casualidad un amigo anticuario me la brindó. En cuanto la vi supe que podía encajar: las medidas, su sencillez, lo robusto de la madera, el diseño de las patas, incluso el cajón. Además, el hecho de que era antigua, con una madera consolidada, con marcas de su paso por la vida. Y es esto lo que me gustaba. Creo que la madera es una materia viva y esas hendiduras o marcas son las que le confieren su personalidad. Asi que me puse manos a la obra. No fue dificil, pues no llevaba capas de pintura añadidas. Lijé y cepillé bien la madera y después la cubrí de una pátina en blanco roto que, previamente, desgasté. Además, el cajón lo entelé con un tejido, tipo chanel, en color coral. Y, siguiendo la misma línea, dejé unos flecos como remate - era muy gruesa- y se podían sacar los hilos perfectamente. Como el pomo que traía no casaba con el resultado final, opté por uno de yute, al que añadí un pompón hecho con fibras de la tela del cajón.Creo que he dado en el clavo, aunque suene presuntuoso. Quería una mesa con carácter y la he conseguido. Ya sé que hay muchas soluciones para definir zonas de estudio. Infinitas. Pero la mía era esta. Y me gusta. ¿Y a vosotros?
¡Cuántas veces nos quebramos la cabeza pensando en soluciones decorativas originales¡
Sobre todo lo digo por mí, aunque intuyo que a mucha gente le pasa lo mismo. Entramos y salimos de las tiendas o nos dedicamos a ojear con fruición revistas plagadas de objetos estupendos. Pero, en las más de las ocasiones, no aptos para el sufrido bolsillo. Así que yo os propongo que miréis a vuestro alrededor, sobre todo si sois aficionadas a los paseos. Seguro que la naturaleza os sorprenderá con esas otras "soluciones", únicas y al alcance de todos.Y para muestra, un botón. El que os enseño se encontraba en mi zona de paseo: un tronquito hueco que, enseguida, captó mi atención. Lo cogí y, cuando llegué a mi casa, le di esta utilidad: introduje por el hueco unas jaras y lo convertí en el jarrón más original de todos los que tengo. ¿Qué os parece la idea?
¿Os gustan?
Es una nueva colección de fundas para gafas. Todas están realizadas artesanalmente y no hay una igual. He utilizado telas con mucho cuerpo para la cara externa y otras más finas para el forro interior. Llevan una capa intermedia de miráhuano para el efecto acolchado. Además, tienen las dimensiones justas para que la gafa no se mueva.Como podéis apreciar por las fotos, son muy prácticas, ya que se puede hacer enseguida uso de ellas, sin trabillas, botones o cualquier otro artilugio. A pesar de estar realizadas en tela, quedan muy consistentes. Y, al mismo tiempo, manejables. Para los que quieran hacer un encargo, pueden contactar en la dirección de mi correo electrónico. Estas ya están adjudicadas.
¡¡ BESOS Y FELIZ TARDE DE DOMINGO¡¡
