domingo, 17 de mayo de 2015

Mi sección vintage: una mesa convertida en escritorio.

Esta era la mesa que andaba buscando desde hacía algún tiempo para un rincón de trabajo. Quería algo diferente. Ya me había recorrido muchas tiendas de decoración en su busca, pero las que veía no me gustaban. Hasta que, por casualidad un amigo anticuario me la brindó. En cuanto la vi supe que podía encajar: las medidas, su sencillez, lo robusto de la madera, el diseño de las patas, incluso el cajón. Además, el hecho de que era antigua, con una madera consolidada, con marcas de su paso por la vida. Y es esto lo que me gustaba. Creo que la madera es una materia viva y esas hendiduras o marcas son las que le confieren su personalidad. Asi que me puse manos a la obra. No fue dificil, pues no llevaba capas de pintura añadidas. Lijé y cepillé bien la madera y después la cubrí de una pátina en blanco roto  que, previamente, desgasté. Además, el cajón lo entelé con un tejido,  tipo chanel, en color coral. Y, siguiendo la misma línea, dejé unos flecos como remate - era muy gruesa- y se podían sacar los hilos perfectamente. Como el pomo que traía no casaba con el resultado final, opté por uno de yute, al que añadí un pompón hecho con fibras de la tela del cajón.Creo que he dado en el clavo, aunque suene presuntuoso. Quería una mesa con carácter y la he conseguido. Ya sé que hay muchas soluciones para definir  zonas de estudio. Infinitas. Pero la mía era esta. Y me gusta. ¿Y a vosotros?

6 comentarios:

  1. Qué mesa más bonita. Se ve vieja, pero con algo especial.

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  2. Esa tela es preciosa y una buena idea reconvertirla, porque tiene pinta de tela de abrigo, no?

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    1. Sí es una tela para confeccionar trajes o abrigos. Gracias.

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  3. Usted tiene unas ideas magníficas. Felicitaciones desde Puerto Rico, la sigo con asiduidad.

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