martes, 27 de octubre de 2015

Otra de bolsitas.



Una nueva bolsita. En este caso, con algunas modificaciones: en lugar de tener un único bolsillo, dispone de muchos, alrededor de su perímetro. Van separados por una costura realizada a mano y con un hilo fuerte. LLeva, además, como remate, unos botones forrados en color rojo. En ella hay cabida para todo lo que quieras; lanas, hilos, telas, en fin para lo que se te ocurra y lo puedas tener a mano.

¡¡BUEN MARTES¡¡


sábado, 17 de octubre de 2015

Para Lola.



Mirad  esta bolsa: un envoltorio de lo más apropiado para guardar unos cuentos. Fueron unos libros que compré para Lola, mi sobrina-nieta recién nacida. Se me ocurrió, en lugar del papel, confeccionar esta bolsa para envolverlos. Además pinté la cara del protagonista del cuento, saliendo de ese bolsillo de margaritas y lo personalicé escribiendo "los primeros cuentos de Lola". Creo que quedó muy original y, con ello, espero que, cuando los lea Lola, se acuerde de mí.Un pequeño detalle para avivar su fantasía y para que vaya construyendo su mundo. Seguro, seguro que será estupendo. Muchos besos, Lola.

lunes, 12 de octubre de 2015

Una toalla diferente.



Os presento un trabajo diferente: una toalla personalizada para una recién nacida: Antonella. El nombre es el motivo central, pintado a mano en una franja de hilo, superpuesta a la toalla. Además he añadido unos globos y unas florecillas, a juego con el estampado de los ribetes y el volante inferior de la misma. Es una manera diferente de regalar. ¿Alguien se anima?

domingo, 4 de octubre de 2015

Unas delicias que sabían a gloria.


Que recuerde, de las cuatrocientas y pico de entradas que he hecho, sólo una de ellas la he dedicado a unas galletitas navideñas. Así que, aunque sólo sea por reivindicar los productos de nuestra tierra, tengo la osadía de publicar otra entrada con esta receta de cocina. Y lo digo porque, reconozco, que esto no es lo mío. Toda la imaginación que me acompaña en otras actividades, aquí, en la de deleitar con platos y recetas, se me resiste. Sin embargo, he de confesaros que esta me la inventé y que no debió de quedar nada mal,porque no sobró ni una delicia.
Me puse a divagar sobre algo, aunque no sabía bien el qué. Abría la nevera, consultaba libros, iba de un sitio para otro hasta que, por fin, me fijé en una patatera y en un tarro de miel del "Tío Picho", que había traído de un viaje a Las Hurdes. No sé cómo, pero me vino a la mente el juntar ambos sabores: salado y dulce. Después se me ocurrió lo de las pequeñas empanadillas que tuve la paciencia de hacer una por una, una vez elaborada la masa en la termomix.  La estiré todo lo que pude y fui, con un vaso, llenando la mesa de círculos medianos a los que ponía un poquito de patatera y una pizca de miel. Ya sabéis, a continuación, los doblaba por la mitad y, con un tenedor, iba dejando sus endiduras por todo su perimétro, como si fuera una puntillita. Y a freir. El resultado es el que véis. Una pena que no podáis saborearlas. Si os diré que a mi me parecieron el no va más: una pasta crujiente, casi de hojaldre, un sabor equilibrado y una ilusión convertida en realidad. Aunque no fue más allá de eso. Porque no gané el concurso. 
Quizás lo de menos.
Lo de más: la ocasión de endulzar paladares, ese fue mi premio.