domingo, 13 de marzo de 2016
Un bolso-joya.
Un bolso-joya, claro que sí.
Pero esta vez el mérito no es mío, sino de mi compañera Asun, que ha sabido idear este bolso, sirviéndose de un mantón de Manila antiguo. Y, con mucha paciencia lo ha ido complementando con abalorios y lentejuelas. El resultado es estupendo: ha dado forma a una idea, ha recuperado un trozo de un viejo mantón y tendrá para siempre una pieza única y original. Además el acabado, con ese cierre plateado y la cadena a juego le dan solidez y un caché especiales. Asun, que lo disfrutes mucho y anímate con otras ideas. ¡Cuántas habrá por ahí esperando a ser cazadas. Desde aquí os reto a que lo hagáis, como Asun. Y si os parece, yo, con mucho gusto, os las publico. Nada me encantaría más.
Feliz tarde a todos. Besos y continuará...
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