lunes, 2 de junio de 2014
Los chineros de las "cosas bonitas"
Mi abuela tenía unos pocos. Se les llamaba chineros porque, en principio, estaban destinados a guardar y exponer porcelanas que venían de nuestro imperio ultramarino, y, además de china. Con el paso del tiempo se convirtieron en los depositarios de todo aquello que, de valor, tenían las familias. Mi abuela "atesoraba" en ellos piezas únicas. Yo siempre las recordaré con ojos de niña chica. A veces, enfadada por no poder acceder a ellas, pero siempre con la ilusión de que algún día podría hacerlo. En más de una ocasión, a escondidas, disfruté de sus texturas resbalosas y de los olores que allí se concentraban. Unos olores especiales de los que nunca he vuelto a disfrutar. Se diría que la esencia del tiempo estaba allí concentrada, en un macerado de aromas con olor a telas limpias, maderas y limón-mi abuela solía guardar allí en los veranos una jarra concentrado de los limones de su huerto- Era un espacio mágico.
Y, como no podía ser de otra manera, también he construido yo el mío: un chinero restaurado, de nogal del norte de Cáceres, con unas hendiduras en las puertas inferiores. Para el interior encontré una chenilla color miel que contrastaba muy bien con la cera color nogal aplicada en toda la madera. En la parte de arriba coloqué una vajilla alemana y una cristalería de bohemia. Las mejores que tengo. No era para menos. En la zona de abajo, otros objetos muy queridos por mí y, en la zona central, recuerdos y regalos. Además, en los cajones encontré el sitio adecuado para mis mantelerías.
Por cierto, en ellos, en los cajones, se va también macerando un olor muy parecido. Quizás la culpa la tengan algunas telas que rescaté de uno de esos chineros. No en vano soy la depositaria de ese legado. Cada vez que lo vuelvo a descubrir y mirar, se produce algo indescriptible en mi interior. Felicidad sería la palabra.
BUEN LUNES A TODOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un mueble que me recuerda a uno de mi familia, qué casualidad, lo que pasa es que está muy estropeado.
ResponderEliminarPues si te sirve de referencia el mío, adelante. Saludos.
ResponderEliminarQué mueble más hermoso¡
ResponderEliminarYo corroboro lo que dices. Gracias
EliminarHace poco descubri un mueble antiguo en el sobrao de la casa de mi abuela. Me has dado una idea. Gracias. ¿podría hacerte alguna pregunta cuando lo comience a restaurar?
ResponderEliminarClaro que sí, encantada.
EliminarQué preciosidad!!
ResponderEliminarGracias,Mari Angeles. Tengo más que ya iré enseñando.
ResponderEliminarMi padre fue barrendero en mi pueblo y tiró muchos de estos. ¡Qué pena me da ahora al ver este tan bonito¡
ResponderEliminarPues sí, cuántos han desaparecido, por desgracia. Pero aún quedan algunos en rastrillos y almonedas. Mira por ahí. Saludos.
ResponderEliminarMe gusta mucho el acabado que tiene, así como has decorado el interior. Hay mucha sensibilidad en ello. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta.
ResponderEliminar