¿Os gusta el muñeco?
Yo no lo he probado, pero debe de estar muy rico, porque está hecho de azúcar. Sí, sí, de azúcar. Pertenecía a una tarta que me elaboraron para dar una sorpresa a mi marido, por su jubilación. Me gustó mucho y decidí que podría conservarlo. Como se trataba de una pasta muy especial, pensé que, una vez metido durante un tiempo en el frigorífico, podría aguantar sin deteriorarse. Lo he tenido varios meses sin saber muy bien qué hacer con él. Al final, como podéis observar, lo pegué a una peana de madera y le di varias capas de un barniz mate. Una solución, creo, duradera. y una forma peculiar de conservar lo que, de otra manera, se hubiera perdido. Y a mí no me gusta perder las cosas que tienen un significado, aunque estas sean pequeñas. Pues ya sabéis: una idea que podéis llevar a cabo en el caso de que os guste, claro.
BESOS DULCES, COMO EL MUÑECO.
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