Un cuadro lleno de posibilidades.

¿Tenéis por ahí una pizarra con imanes y ya estáis cansados de ella?. Pues yo os doy la siguiente idea: reunid varios retales de tela de diferentes dimensiones y los pintáis. O bien podéis recortar algunas flores-o lo que tengáis más a mano- y las coséis a la tela con un zigzag muy apretado. Una vez elegidos y terminados los motivos se les aplica una tela adhesiva por detrás para que adquieran cuerpo. Después se distribuyen por la pizarra de manera aleatoria y se sujetan con los imanes. El resultado puede ser éste: yo he seleccionado dos bodegones de flores, en sendos floreros, y otros cuatro motivos más pequeños.Dos de ellos llevan unas aplicaciones de flores cosidas y los otros dos una micro-pintura que representa dos platos de loza antigua con unas iniciales. El fondo de los dos bodegones de flores se ha conseguido tiñendo la tela con té. ¿La nota original? Pues la sensación de encontrarnos con un cuadro abierto a tantas posibilidades como cambios se quieran realizar.