viernes, 17 de enero de 2014

Felicidades, Teresa.

Nos estamos acostumbrando muy mal. Lo digo por la merienda-cumpleaños con la que nos obsequió mi hermana Tere el lunes pasado. Y, como siempre que las organiza, otra vez logró impactarnos con su derroche de imaginación y equilibrio en las formas. Parece algo innato a su sensibilidad cómo casa los ambientes, la iluminación, los colores, las viandas...No deja de sorprendernos. En esta ocasión, jugó con los tonos calientes al elegir la mantelería. Sobre ella, todos los elementos parecían tener una luz especial, acentuada por el tono de las tazas e, incluso, hasta por el de las mermeladas o el de las chucherías, medio camufladas, lo mismo que el número de años que cumplía, en pequeños recipientes de cristal. Mirad las fotos para corroborar lo que digo. No faltó una tarjeta muy especial de felicitación. Su hija, Pilar, supo, de una forma muy original, felicitar a su madre, teniendo como referencia una antigua foto en la que aparecía de pequeña vestida de caperucita Roja. Una transformación muy original, así como los elementos que ha sabido introducir en ella. No en vano, son retos para una futura arquitecta. Felicidades, Pilar. Por lo demás, vosotros juzgaréis por las imágenes. ¿A que no me equivoco?
Postdata: La mantelería que aparece es una de las muchas que he pintado...

5 comentarios:

  1. Purichy,muchas gracias por tu agradable forma de felicitarme..y muchas gracias a toditas mis invitadas.Bsssss

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  2. Pues sí, Teresta nos estás acostumbrando muy mal. Son una delicia esas meriendas y yo tengo la inmensa suerte de haber estado en todas. Mil gracias!

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  3. Pues sí, Pilita, es un placer asistir a ellas. Espero que no terminen...

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