Yo creo que el lema estampado en el cojín es de lo más acertado. No me lo invento yo. Venía inscrito en la tela que, como me suele suceder, estaba esperándome para que me la llevara. Puede sonar pretencioso, pero es la verdad. Hacía tiempo que me rondaba la idea de adquirir una tela con letras para entelar un mueble.Más adelante os hablaré de él. Y, como ya habréis adivinado, me la encontré en uno de mis mercadillos. No sólo tenía letras, además frases enteras en diferentes idiomas. Hablaban de poesía, como guinda del pastel. Me encantó al instante y, enseguida, ideé este cojín que bien podría valer para rendir un homenaje a todos aquellos que alimentan nuestra alma. Poetas que manejan las palabras sin miedo y nos introducen en "Macondos" mágicos e inexplorados. Y lo hacen con una capacidad innata para ponernos el vello de punta al tiempo que las emociones.Va por ellos.
Para, además, dar un toque de color al cojín, imaginé unos pétalos cayendo sobre la tela. Fue la inspiración que me vino después de transcribir estas palabras. ¿Qué os parece?
Me parece fantástica la idea. Y los pétalos muy bien conseguidos¿Cómo lo haces?
ResponderEliminarEs cuestión de técnica y un poco de imaginación. Gracias.
EliminarAparte de todo lo que nos enseñas, que es precioso, también me gusta la manera que tienes de presentarlo. El de hoy está muy bonito y la lámina que asoma debe de serlo también. ¿Y esas botellas tan chulas?
ResponderEliminarMuchas gracias. La lámina que aparece a la mitad es un acrílico que he hecho hace poco sobre una de las fotos que presenté hace unos días en el b log. Ya os la enseñaré. las botellas son alemanas y las compré en un anticuario. Se me ocurrió ponerlas en la foto como un homenaje a los fenicios, los responsables de nuestro alfabeto y, en parte, de nuestra cultura.
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