Ahora que miro estas fotos pienso en la cantidad de horas que he dedicado a la restauración de muebles viejos. Y también pienso en todo lo que disfruté mientras me afanaba en darles una nueva vida. No sé las razones, pero siempre he he sentido atraída por ellos. Quizás por lo que podía descubrir, una vez salvadas las capas de pintura que los empobrecían y afeaban. Una manera de redimirlos. Durante todo ese tiempo-ahora también aunque menos- me entregaba a la tarea con tanto ahinco que se me pasaban las horas en un soplo. Metida en faena, y rodeada de olores que, al final, me resultaban atractivos, iba desvelando el secreto de esas viejas maderas, que, después de tantos años atrapadas en un corsé de pintura, volvían a respirar. Me siento orgullosa de haberlas rescatado del olvido, al que, indefectiblemente, estaban condenadas. De haber salvado, en cierto modo, parte de esa historia colectiva que nos legaron nuestros mayores. Porque, aunque no lo parezca, también está escrita en esos muebles. Si hablaran, nos contarían de sus zozobras al amor de la lumbre, mientras cenaban en las mesitas tocineras, o de sus ratos de ocio, al son de las mecedoras. También de sus conversaciones alrededor de una buena mesa, o de sus inquietudes -entre sábanas de hilo- en camas enormes de hierro o de madera labrada...En fin, de tantas y de tantas...
La mesa que hoy os muestro seguro que tendrá una historia guardada. Por desgracia, no pude encontrarla debajo de las capas de pintura. Pero, como podéis observar, si descubrí unas maderas excelentes. Por eso las dejé a la vista, con una capa de cera incolora. Además entelé los cajones en una chenilla color miel.
Desde hace tiempo la disfruto en el salón de mi casa. Sorbito a sorbito, como los buenos vinos.
¡¡¡Es que te quedó preciosa!!! Vaya manos que tienes...deberías poner fotos de como estaba antes,para que veamos la diferencia,pero vamos,que nos lo imaginamos...
ResponderEliminar¡¡¡Es que te quedó preciosa!!! Vaya manos que tienes...deberías poner fotos de como estaba antes,para que veamos la diferencia,pero vamos,que nos lo imaginamos...
ResponderEliminarMuchas gracias Marta. Es verdad lo que dices. De hecho tengo fotos del antes y el después, pero, se me olvida adjuntarlas. Lo tendré en cuenta para otra ocasión. Besos. Puri.
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