Pues prosigamos:
"...Dejo la Avenida y me adentro por el lateral que conecta con la calle en la que viven mis hermanas. Tardo poco en llegar al portal. Es otoño, pero el verano no quiere irse. Lo huelo en el ambiente cargado de esencias híbridas. En el ascensor me miro de refilón en el espejo. En la imagen todavía puedo encontrar restos de lo que fui. Me sonrío.Salgo y el olor que flota en el descansillo me devuelve a la realidad. En este caso, agradable, muy agradable. No tardo en comprobarla en su salón. Hay algo mágico en él. Como si mi hermana hubiera hecho un pacto con Campanilla y su varita mágica. Porque polvo de estrellas es lo que se esconde detrás de todo lo que veo. Es la explicación que se me ocurre al entrar en él. Incluso la luz-tan especial- que entra en la estancia parece sacada de un cuento. El de "Las cuatro hermanas podría ser..." pienso mientras no paro de hacer fotos. Quiero captar la esencia de estos instantes, antes de que el polvillo mágico desaparezca de las servilletas, de las tazas, o de los centros que hay por toda la mesa...
"Eran una vez cuatro hermanas que, de vez en cuando, se reunían para mirarse y hablar..." mientras pienso en el posible inicio del cuento, observo a Tere. Domina la puesta en escena como la anfitriona que ya es. Se lo ha ganado a pulso. Después me fijo en el collage que hace ya algún tiempo le regalé. Lo tengo enfrente. "Un día de estos lo tengo que sacar en el blog..." me digo al tiempo que me sorprendo con las notas de una cancioncilla escrita en él de mi puño y letra. "Teresaaa la marquesaaa, tipití tipitesa...Tenía una corona,tipití tipitona..." repito varias veces, a la par que constato que en el estribillo hay mucho de su personalidad, de su forma de ser. La voz suave de mi hermana Pili y el aire fresco de su abanico, me devuelven otra vez a la realidad. O, lo que es lo mismo, al cuento y a la magia de la habitación...En ella también se han colado las emociones. Bailan entre las tazas, tintinean en los cristales y se deslizan por los manteles para acabar alojadas en el brillo de los ojos...Y en las sonrisas...
Esas fueron las sensaciones que experimenté y que se han dejado atrapar por mis palabras...
Gracias Tere.
Por esa magia con la que nos obsequias en cada una de tus meriendas...
Por ese derroche de imaginación y fantasía, propias de los cuentos que leíamos de pequeñas...
Por poner en tus labios una sonrisa, aún cuando te pesen tristezas...
Por construir ilusiones...
Por querernos...
Mirad las fotos con ojos nuevos...
Quizás entre ellas se escondan las centellas de Campanilla...
Purichy,miles de gracias por esos generosos,gratificantes y sobre todo emotívos renglones....Me ha encantado todo!!!las fotos ideales,bss
ResponderEliminarNo era para menos. Besos.
ResponderEliminarCuánto me alegro puri que con tus relatos y fotografías estas meriendas estén siempre ahí, y poder memorarlas cada vez que queramos porque son mágicas y entrañables
ResponderEliminarEs verdad lo que dices...Si seguimos así pronto tendré material para una novela...Besos
EliminarY yo digo q sigamos viéndonos y por muchos años
ResponderEliminarY yo digo q vivan las meriendas por muchos años.
ResponderEliminarEso...Que vivan y que vivan...
EliminarJooo y yo como siempre sigo sin ser invitado!tendré suerte en la siguiente merienda?
ResponderEliminarYa te tocará, un poquito de paciencia...Besos.
EliminarQue bonito!!esas meriendas tienen que ser una pasada! Yo tambien quiero!
ResponderEliminarPues ya sabes, díselo al hada madrina...Besos.
EliminarEnvidia de la sana,por tanto derroche de ilusión,cariño y emoción puesta por tod@s las ahí presentes y ausentes....!que bonito!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un beso.
EliminarViendo el resultado,se valora todo el trabajo de las mañanas anteriores a las meriendas.;desde mi granito de arena así lo entiendo.Besos
ResponderEliminarGracias Raquel. ya sé que parte de esas meriendas es también tuya. Besos.
ResponderEliminarSiempre me emocionas con tus palabras...
ResponderEliminarEso es lo que quiero, tocar la fibra sensible que todos guardamos...Una vez más, gracias.
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