Una portada para mi libro.
Hoy os presento la posible portada de mi libro. La he tenido durante algún tiempo guardada y ya ha llegado la hora de que la veáis. Y "Retales de la memoria" también, aunque algunos fragmentos los he publicado en el blog. Pero eso será motivo de otra entrada. Ahora os voy a contar su historia. Porque la tiene. Yo quería algo diferente, aunque no sabía el qué. Lo estuve rumiando durante un tiempo, hasta que se me presentó la oportunidad. Y lo hizo en forma de foto antigua, fechada en Santander, a finales del siglo XIX. Un auténtico flechazo. Enseguida me cautivó la imagen, así como el tratamiento de los colores. Habían adquirido una pátina especial, como si el velo del tiempo se hubiera posado sobre ellos, dándole a la foto una impronta única, diferente. Eso era lo que quería. Además, casaba con el espiritú de los textos, así que decidí que tenía que ser ésta. Una niña, como es el caso de la protagonista del libro, mira al objetivo, semi-escondida detrás de una cortina. Parece dispuesta a salir al mundo. Como escaso bagaje, una maleta diminuta de piel y un muñeco. Una premisa de la que participa también nuestra niña, deseosa de aventurarse por él, aunque sus excursiones no vayan más allá del cuarto de los baules o de los pasillos silenciosos de la casa de su abuela. En un ambiente de claros y sombras, como los colores de la foto. Sobre ella, decidí insertar otra foto en blanco y negro, de los años sesenta. Años también mágicos, como el matiz de sus colores. No podría imaginarme esa realidad en tonos estridentes. Una realidad como la de la tele y la de sus películas en blanco y negro. En ella, Doña María, la maestra con mayúsculas de mi pueblo, posa con sus alumnas. Y en el centro. No podía haber sido de otra manera porque, en aquellos años, también estaba en el centro de nuestras vidas. Es obvio el motivo por el que aparece. Lo demás, se sobreentiende, o eso es lo que pienso.
Dicen que las portadas de los libros deben de ser capaces de introducirnos en la historia que se cuenta. Como una puerta, que, una vez abierta, tenemos que franquear. El reto es dificil. ¿Lo habré conseguido? Ya me lo contaréis.
Me encanta, Puri
ResponderEliminarPues espero que las historias que narro en él te sigan gustando. Besos. Puri
ResponderEliminarA mi me ha encantado la frase que dice: Doña María, la maestra con mayúsculas de mi pueblo. Precioso como la has definido Puri.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Daña María era LA MAESTRA., Sin más.
ResponderEliminarPurichy,me gusta y mucho esa posible portada,y ojala LA MAESTRA lo pueda pronto leer.Bsss
ResponderEliminarEn esas estoy. De todas formas, aunque no lo publique ahora, voy a ir sacando fragmentos. Uno de ellos será el que describe la historia de esa foto en blanco y negro. Dentro de unos días...
ResponderEliminarUna portada muy bonita!! Me gusta esa mezcla!!
ResponderEliminarGracias, Pili, por tu comentario. Espero que el contenido también te guste.
ResponderEliminarMuy bonito.
ResponderEliminarEva
Gracias, Eva.
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