Un cuadro de tela de saco.

Os presento un cuadro realizado en tela de saco.  Un soporte al que es complicado aplicar la pintura, pero no imposible. Ésta es la prueba. En este caso, no valieron los pinceles de punta redondeada, sino otros más duros y de punta roma para poder arrastrar mejor la pintura. Hubo que aplicar varias capas  para que esta adquiriera consistencia -hay que tener en cuenta que la tela de saco tiene una trama muy porosa, por ello es necesario hacerlo así. También ensayé unas transparencias en el jarrón, con pinceladas menos marcadas, en tonos blancos y azules. Por lo que se refiere al marco, lo envejecí, una vez dada la pintura en blanco roto, con cera y betún de judea de manera aleatoria. El resultado está en consonancia con la tela. Ambos son rudimentarios, pero no por ello exentos de belleza. ¿Pensáis lo mismo?

Un collage muy golf-o

Hace unos días os enseñé el primero de mis collages favoritos. Hoy os enseño el último que acabo de realizar. Ya tendré oportunidad y tiempo se mostraros todos los restantes. En esta ocasión, se trata de un collage sobre el golf, dedicado a mi amigo Antonio, un apasionado de este deporte.

Para iniciarlo ideé su figura recortada, como si fuera una antigua calcomanía, en el centro de la composición. Para trabajar el fondo, al que quería dar mucha vida, opté por manchas degradadas en una escala de colores que reprodujese el momento del día, a media mañana, cuando todo cobra más relevancia. Manchas que reprodujesen ese espacio mezclado con el color del campo, en tonos verdes y amarillos. Así se priorizaba  la figura, completamente integrada en su espacio y en el momento posterior a la ejecución del lanzamiento de la bola. También quise que esas manchas semejasen bolas de golf que van perdiendo sus formas, y que se quedan flotando en esa atmósfera tan especial. 

Por otro lado, opté por jugar con la realidad y las apariencias, pintando dos trampantojos: el primero es el de la gorra, en uno de los laterales. Con ello se da un toque "British" y sentimental al cuadro. El otro es el del palo de madera, dividido a la mitad. Con ello se crea un efecto óptico de realidad compartida con los otros elementos que sí lo son, como el  palo de la parte superior, el mismo que agarra la figura, y varias bolas repartidas por el resto. La sensación es la de un cuadro muy vívido y original. Por eso es también uno de mis favoritos.

¿Qué os parece?. La primera muestra un momento intermedio de su elaboración. la segunda un detalle de uno de los traspantojos y la última el cuadro, ya finalizado, en su cuadro-caja.

Espero vuestros comentarios.

Un antiguo cedazo que ya no lo es.

Porque yo lo he reconvertido en algo diferente: un soporte para guardar prendedores, pulseras, collares , lo que sea. La malla metálica del fondo está a propósito para enganchar los prendedores y el ligero soporte del perímetro para sostener lo demás.

Otra opción puede ser la de reconvertirlo en un cuadro muy particular, casi escultórico. En la foto he dejado en el interior un ramo de rosas secas y una pequeña bola de fibra. Otras veces ha contenido objetos diferentes, dependiendo del sitio en donde se ubique. ¿Qué os parece la transformación? 

Una manera diferente de utilizar estos pequeños objetos que, de no ser así, quedarían olvidados en algún que otro rincón polvoriento. Si tenéis alguno de estos cedazos, ¿os apuntáis a la idea?
Espero vuestras fotos y comentarios del trabajo.

Una de transparencias.

Una vez más, una mariposa. Y un cojín. Para la ocasión eché mano de una tela transparente, un organdí rayado. En el interior confeccioné otro de loneta cruda, aunque admite diversidad de colores. Yo lo dejé en el mismo tono para dar preponderancia a la mariposa, la única protagonista. Una sugerencia: hay que tener mucho cuidado con la aplicación de las pinturas porque pueden rebasar los bordes del dibujo. Una idea más para hacer. Os invito a ello.
Por cierto, es la misma del logo que ilustra el blog.

Una menina sin terminar

Hoy os presento a la infanta, o "menina", la figura central del cuadro de Velázquez. Y lo hago en un momento intermedio de su elaboración: con la figura ya plasmada, pero sin haber trabajado el fondo. Más adelante os mostraré el cuadro ya terminado. En este caso, el soporte ha sido un tablé, por lo que debí usar unos pinceles de pelo suave y de punta redondeada. Además, los acrílicos ligeramente aguados para facilitar que se expandieran con más facilidad sobre su superficie. La cara, una vez más, está vacía de gestos. Una nota que le hace diferente. Mirando su rostro, puedes imaginar múltiples posibilidades, sin tener que elegir una de ellas. ¿Qué os parece? 

Espero vuestras críticas.

Mis collages preferidos

Como os prometí ayer, aquí tenéis el cuadro. Os cuento. A través de las instantáneas podéis apreciarlo con detalle. En la primera de ellas aparece en su totalidad. Lleva un cristal protector para guardar el vestido de bailarina. La foto fue ampliada y modificada, ligeramente, en su colorido. Además lo envejecí, frotando su superficie con un poco de agua diluida en lejía y arrugando, en algunas zonas, el papel. Como estaba húmedo pude hacerlo con facilidad. Posteriormente, una vez pegada al soporte, apliqué unas capas livianas de pintura, para conseguir ese efecto del que os hablaba ayer. Hay también, flotando en ese ambiente etéreo, unas mariposas auténticas- mis fetiches particulares- que parecen ir desestructurándose a medida que revolotean por el cuadro. Quise, además, acompañar un texto que, habla, precisamente, de ese momento en el que tuve que enfrentar toda mi timidez con un pueblo ávido de comedias. El resultado es el de tener un momento que se hace presente siempre que  se mire. Si queréis que os convierta en realidad vuestras ideas particulares, confiadme la tarea. Cada cuadro tendrá un tratamiento diferente, acorde con la personalidad y las circunstancias de cada uno. En este caso, no valdrán las copias.Espero no defraudaros.
¡Ah¡ Se me olvidaba. Nos reencontramos el lunes próximo. Buen fin de semana. Purificación.

El porqué de una idea

Esta entrada será diferente. Y es que necesito explicar con detenimiento la naturaleza de la idea, convertida ya en una realidad. "Instantes del tiempo atrapados en un cuadro". Ese sería su título.

¿Cuál fue el detonante? Pues mi viejo traje de bailarina. Después de sortear olvidos y épocas oscuras, me reencontré con él en el cuarto de los baúles de mi madre. Tenía un color y un olor especiales, con el paso del tiempo estampado en el satén y en los volantes. Y me pareció que debía guardarlo así para preservar ese nuevo matiz que había adquirido. Por casualidad-o no tanto- encontré un foto antigua, en la que aparecía con el traje, en unas comedias de mi pueblo. A pesar del blanco y negro, la foto tenía un encanto especial, con tonalidades muy similares al color que había adquirido mi traje de bailarina. Los brillos del satén y la inconsistencia del cancán sobresalían sobre un fondo indeterminado, como si fueran etéreos. Pensé, en esos  momentos, que un trocito de tiempo había quedado atrapado allí. Que vivía dentro de la foto. Y que yo tenía el elemento con el que poder tocarlo y verlo: el traje. Así que decidí reunirlos en un cuadro, como una prueba de lo que sentí en esos momentos. Momentos fugaces, pero, a la vez, eternos. Y, como he escrito en él, cada vez que lo miro, las lentejuelas y las lágrimas de cristal parecen tintinear en el satén perfumado por el paso del tiempo. Y también mis emociones.

Este cuadro, que os enseñaré mañana, fue el primero de una serie. Aunque son ya muchos, en todos he procurado que el hilo conductor fuera el mismo. En otras entradas os iré descubriendo parte de sus secretos.

Hasta mañana. Purificación.

Una inicial en un pañuelo.

 Una o varias iniciales pueden ser el detalle que imprima carácter a un pañuelo. Además, un regalo único. Son necesarios un buen pincel, pinturas acrílicas especiales para tela, y un molde de letra acorde con el gusto de cada cual. Hay muchos libros en el mercado sobre el tema. Por supuesto, tener un buen pulso y toda la energia concentrada en la tarea. Os animo a que lo intentéis. Y si os decidís, mandarme los resultados. Me encantaría verlos.

Un armario de baño personalizado.

Si tenéis espacio y paciencia os podéis embarcar en este proyecto: un armario estantería para el cuarto de baño.Cuando lo compré, la madera estaba sin tratar. Así que la lijé y le apliqué dos capas de pintura blanca mate en el exterior, acorde con los complementos sanitarios. Por el contrario, el interior lo pinté del mismo color que el de la flor de la greca que adorna la parte de arriba. Ésta la extraje de la creca cerámica que recorre todo el perímetro del cuarto de baño. En la foto la tenéis para que os hagáis una idea. Con ello conseguí integrarlo en la decoración del baño, sin que éste resultara estridente o fuera de lugar. ¿Merece la pena? Vosotros me diréis.
Por cierto. ¡felicidades a todos los pepes y pepas¡

Una de limones.

¿Os gustan los limones?. Pues en esta mantelería encontraréis un buen puñado. Las frutas son un motivo estupendo para estampar en las telas. Aquí, como el mantel es redondo, he creado una corona de limones, hojas y flores enlazadas. Como remate apliqué un bies verde en la mantelería  y combinado con amarillo en las servilletas, en las que también aparece el mismo motivo. Un anticipo de la primavera que está a la vuelta de la esquina. Que lo disfrutéis.

Un prendedor de piel.

Es un prendedor sencillo y original, al alcance de todos. Para ello se necesitan un trozo de piel, unas tijeras especiales para poder cortarla, un trozo de tela y un botón. Se prende a la tela con un imperdible sellado a la piel con pegamento o silicona. El resultado es el que véis. Se pueden realizar variantes, jugando con el color de la piel y el de la tela. Incluso puede añadirse una inicial en madera en el centro de la flor, en lugar del botón. También las formas pueden variar, dependiendo de la creatividad de cada una. Un detalle especial y personalizado. ¿Qué os parece?

pantalón personalizado.

Hoy os propongo una idea diferente: pintar sobre prendas de vestir. Si queréis sorprender en algún evento especial, nada mejor que presentaros con el traje o la prenda personalizada. Seguro que seréis las únicas. En este caso se trata de un pantalón, al que apliqué en una de las perneras la pintura que véis, unas rosas salvajes, lo mismo que el tejido, de seda color gris perla. Puede conjuntarse con un blusón en verde esmeralda o en color rosa, como los pétalos. Es una opción interesante y muy original. Si lo habéis pensado alguna vez y no os habéis atrevido a llevarlo a cabo, yo lo puedo hacer. No os arrepentiréis. Me avalan muchos trabajos, realizados sobre todo tipo de telas: tules, sedas, tejidos fuertes...etc Si me seguís en el blog, tendréis oportunidad de ver muchos más.

Una mesita con historia.

Es una mesita tocinera, reconvertida en auxiliar. Seguro que muchos de vuestros abuelos la utilizaban para cenar al borde de la lumbre  Aunque son dificiles de encontrar,  puede haber alguna que aún podáis conseguir. La que os presento la rescaté de una finca, en muy mal estado. Estaba pintada de marrón y recubierta con un hule de cuadros la parte superior. Con mucha paciencia fui descubriendo la calidez de la madera y dando  relevancia al faldón inferior, que había pasado desapercibido por la gran cantidad de capas de pintura. Me gustó tanto el resultado, que ésta ocupa un lugar privilegiado en mi casa. ¿Os gusta? Pues ya sabéis, si se os presenta la ocasión, coged decapante y guantes. Y a la carga.

Un bodegón particular

Hoy os presento un bodegón con trabajos que realicé en otra etapa, pero que me parecen, igualmente, atractivos.Un conjín trabajado en tela de costal que fue de lo más laborioso- no difícil-, por su trama. Otro realizado en un tejido adamascado,  en el que ensaño trasparencias, de la misma manera que en el cuadro, en donde unas calas, además, son el centro de la composición. Y dos pantallas, también pintadas: la primera con el abecedario, la segunda con un breve motivo floral. Son elementos que pueden cambiar los ambientes, haciendo que resulten originales y únicos.

Una vieja tabla convertida en cuadro.

Si tenéis alguna tabla vieja por ahí, no la tiréis. Os puede dar mucho juego, como la de la foto. Primero hay que preparar su superficie para después poder pintar con facilidad. Así, una vez lijada, el pincel podrá deslizarse con suavidad por ella. He pintado un dibujo acorde con la zona en donde la tengo: un porche techado. Me pareció que un tiesto de barro y unas flores serían las más adecuadas. Como borde del cuadro apliqué una greca ondulada en tonos ocres. ¿Os gusta la idea?

Dos versiones sobre un mismo tema.

Son dos cuadros que versionan un mismo tema: un jarrón con hortensias y el efecto de los tallos dentro del agua, así como el del cristal y sus transparencias. Sin embargo son diferentes.El primero está realizado sobre tela, el segundo sobre tablé. Así mismo, como fondo, se le dio a la tela una imprimación de agua de té, y en el otro, como esto no era posible, se pintó con acrílicos muy aguados. También la pincelada del primero está más suelta, menos definida. En el segundo, se delimitan más los contornos, buscando un mayor contraste con el claroscuro del fondo de las hortensias.Sin embargo, el tratamiento de las hojas y el de las transparencias son muy similares. La nota discordante: la del tulipán, que se hace un hueco entre las flores del segundo. A pesar de las semejanzas, son dos pinturas diferentes, como diferente era mi estado al elaborarlas. ¿Os gustan las hortensias? ¿Y estos cuadros? Animáos y si no, yo puedo elaborarlos en vuestro lugar.

Cojín casi en relieve.

Hay veces que resulta complicado pintar en telas fuertes, con mucho cuerpo. Pero esta dificultad puede salvarse con técnica y paciencia. Esto fue lo que me sucedió al elegir la tela de este cojín, un piqué con una trama muy marcada. La solución fue dejar  esbozado el dibujo, para dar más importancia al color. Es decir, que éste hablara por sí solo. Así que, cargué el pincel de pintura y la fui distribuyendo por el dibujo. El resultado fue éste: un cojín en el que no solo se remarca el piqué, también el grosor de la pintura. ¿Qué os parece?

Bolsita para niños.

Una bolsa más, todavía calentita, porque acabo de hacerla. Está elaborada con una doble tela, blanca en el exterior y con un estampado, como la del bolsillo, en el interior. De dibujos infantiles y con inscripciones en francés. He pegado el bolsillo a la bolsa con un hilván grande, lo mismo que los dos trozos de tela de la parte de arriba, de los que penden, como complemento, dos siluetas de esos animales, trabajadas en piel. Un detallito original.

Crear ambientes únicos

¿Puede haber poesía en una mesa vestida para una merienda?

Creo que sí. Poesía visual, de los sentidos, fue lo que experimenté al  verla. Las fotos que ilustran esta entrada dan fe de lo que digo. Un derroche de armonía y buen gusto. Una mesa que es la proyección de la sensibilidad de su creadora. Porque se trata de una creación en toda regla: telas y porcelanas, casadas en un fino equilibrio, hicieron de la reunión todo un acierto. Amén de las viandas.

Un paño de cocina con motivos de caza.

Hasta un sencillo paño de cocina puede ser especial. Una buena tela, como la del damero de la foto, y la elección de un buen motivo, como esta liebre, han sido mi inspiración. ¿Y la vuestra?

Otra opción: puede, incluso, convertirse en cuadro. Un acabado así lo merece. Buen fin de semana.

Trampantojos en una mantelería.

Hoy el protagonismo lo tiene esta mantelería. La pinté utilizando la técnica del trampantojo, concebidos los objetos como si estuvieran encima del mantel o cazados al vuelo, como es el caso de la mariposa o la libélula. De la misma manera me planteé la pintura del pasacintas, que simula ir horadando la tela y terminado en un breve lazo. El resultado  es novedoso: parece que puedas compartir una comida o una cena con caracolas o mariposas, posados ahí de manera accidental. ¿Os gusta?

Agradecimientos.

                               
 

Hoy no hay fotos, sólo palabras para agradecer a todos aquellos que visitan mi blog. Hace apenas un mes que echó a andar y ya tengo muchos seguidores. Las estadísticas me lo chivan. Por eso estoy abrumada. Pero Feliz.

Tengo infinidad de ideas que quiero compartir con vosotros, y lo iré haciendo en pequeñas dosis para que no os empachéis. Sería lo último que quisiera. También os propongo que os decidáis a compartir conmigo las vuestras o que me hagáis llegar cualquier comentario sobre las entradas que realizo. Me haría mucha ilusión. La forma es muy sencilla, sólo tenéis que habilitar una cuenta en gmail y con eso es suficiente. Muchas gracias. Purificación.

 Hasta mañana.

Una artesa reciclada.

¿Os acordáis de las artesas de las matanzas? Ésta es una de ellas. Para rescatarla del sitio olvidado en el que se encontraba, eché mano de la imaginación. Pensé en sus medidas y en sus posibilidades y me decidí por reconvertirla en mesa. Para ello conté con la ayuda de un amigo. Me fabricó unas patas de hierro, a las que apliqué una pintura mate, en tono burdeos. Como soporte de la mesa, pensé en el cristal porque éste, al tiempo que te proporciona una base para poner cualquier cosa encima, también deja ver el fondo, que puedes decorar como quieras. Elegí, a tono con la artesa, objetos antiguos, como la fuente de loza, de más de cien años, o un libro sin tapas, perteneciente a una biblioteca con muchos años, entre otros. El resultado es, al menos, inusual ¿ Qué os parece?

Un cojín para soñar con hadas.

Siempre, desde pequeña, me han gustado las hadas, o, lo que es lo mismo, el mundo de la fantasía. Este cojín es un homenaje a ese universo en el que tantas veces soñé. Me inspiré para pintarla en unas calcomanías antiguas, en donde aparecían diferentes flores y el hada de cada una de ellas. Elegí ésta por la suave gradación de colorido  que contrastaba de manera adecuada con el color verde agua de la tela del cojín. Vosotros también podéis intentarlo porque motivos de inspiración hay a cada paso. Así que a por ello.

Otra idea sobre caracolas y conchas.

¿Quién no ha venido alguna vez de la playa cargado de caracolas y conchitas? Y después, sin saber qué hacer con ellas, las abandona en cualquier rincón. Yo os proporciono una idea. Como podéis apreciar en las fotos, el proceso es sencillo: se trata de extraer trocitos que se vayan adecuando al dibujo. Yo he elegido un pez grande y un caballito de mar. Una vez pegados, he intentado simular el fondo del mar con diferentes texturas, conseguidas con arcilla, piedrecitas, fragmentos de las caracolas y de las conchas e, incluso, arena. Con posterioridad apliqué unos toques de color sobre esa amalgama.El resultado es el de la última foto. ¿Qué os parece?. Una idea más para descubrir la versatilidad que nos ofrecen las cosas. Pero para ello hay que intentarlo. ¡Ánimo¡

Una bolsa con bolsillo.

Está realizada con dos telas: una blanca, semitransparente y otra con un estampado de patos, igual que la del bolsillo, en el interior. Se cierra de manera muy fácil, tirando de las cintas de los laterales. Podéis utilizarla como os convenga o llevarla de viaje para guardar el pijama. Además se completa con un pato realizado en piel granate, que cuelga en un lateral del bolsillo.. Una marca de la casa. En él se puede pintar el nombre de su dueño.

Una antigua tapa convertida en cuadro.

Encontrar objetos inservibles y hacer que adquieran una nueva dimensión es una de mis aficiones preferidas. Cuando encontré el de la foto, supe que le sacaría partido. Aunque no lo parezca, es una tapadera vieja de un gran tonel. Venía pintada de blanco. Como la pintura estaba muy deteriorada, opté por lijar toda la superficie. Y, con la misma técnica utilizada para pintar la tabla de hacer queso, estampé sobre el fondo un dibujo, del que sobresalen dos hortensias, otras de mis flores favoritas.Si os llega a las manos cualquier objeto inservible, no lo tiréis. Pensad un poco y dadle una oportunidad. Seguro que algo se os ocurre. Y si no fuera así, yo os asesoraré con mucho gusto.

Una corona de flores.

En esta ocasión he pintado una corona de flores sobre un fondo blanco, acorde con los dibujos de la tela de las servilletas y de la greca que rodea el perímetro de la mantelería. Se ha respetado la técnica en la que venían estampadas las flores. El tratamiento del color es más plano que en otras que aparecen en el blog. Con ello se establece una relación de continuidad, una coordinación necesaria para un buen resultado final. ¿Os gusta?