lunes, 22 de abril de 2013

Un atardecer caluroso.


Que mejor que este cuadro para hablar del tiempo que ya está a la vuelta de la esquina. Con atardeceres interminables y  noches para disfrutar, mientras oímos cómo cae lentamente el agua. Esa era la sensación que quería transmitir a través de esta pintura, en donde todo parece que se remansa. Después de una tarde calurosa, la media luz proyectada en la hiedra del fondo y en el agua de la pequeña alberca, el fresco de la hierba y las luces ténues de unas velas preparan el ambiente para el descanso. Mirad el cuadro y, por unos momentos, sentiréis como real lo que, después del trabajo continuado, seguro que tendréis. Así que mientras llegan vuestras vacaciones, disfrutad del aperitivo que ofrezco a vuestros sentidos.

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