Todos los días, cuando me desplazo a mi lugar de trabajo, tengo la oportunidad de contemplar el paisaje extremeño. Ahora está que se sale, de bonito. Lo mismo que las cigüeñas. Asi que se me ocurrió elaborar un pequeño broche, en piel y en tela. Tuve que teñir parte de la piel para simular las plumas blancas y elegí una tela brocada en negro para imitar las alas negras que, desplegadas, son todo un espectáculo. Para el pico y las patas, utilicé una de color rojo. El resultado es el que os muestro.
¿Ha merecido la pena este homenaje?
Hombre claro que si!!!
ResponderEliminarYa sabía yo que te iba a gustar.
ResponderEliminarMe encanta. ME LO PIDOOOOO!!!
ResponderEliminarVale, esta tarde hablamos.
ResponderEliminarEn otoño-invierno ¿uno de grullas? Yo creo que son preciosas
ResponderEliminarPues claro que sí. Y te regalaré una. Besos. Puri.
Eliminar