Es verano. Una liberación de la rutina. Se viven con mucha intensidad los días. Ya sabéis, la playita, el chiringuito, la paella...Pero, si cabe, aún más las noches. Quien no ha disfrutado, en esas fiestas, del olor del galán de noche- un nombre de los más apropiado- o de una copa contemplando las estrellas. Pues para estas ocasiones es muy apropiado el vestido que os presento. Negro y de línea muy sencilla. ¿Cúal es el toque de distinción?: las tres plumas de pavo real pìntadas a mano. Con este detalle se consigue que sea único. ¿Qué os parece...?
Si os animáis, estoy dispuesta a pintar cualquier encargo. Ya sabéis, luciréis una pieza exclusiva.
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