Hoy os enseño un abanico con mucho valor sentimental. Su propietaria me pidió que le confeccionara una bolsa para poder preservarlo mejor. Así que me puse a la tarea y lo pinté, semicerrado, encima del bolsillo exterior. Para hacer la bolsa, combiné dos colores: el gris claro para el exterior y una tela semitransparente de la misma gama de tonos azules y verdes en el interior. Se cierra con unos cordones elásticos en los laterales. ¿Os gusta?
Pili, que sigas disfrutando de él. Hablamos.
Ese abanico era el de abuela no?
ResponderEliminarClaro. Se lo regaló Tere a Pili.
ResponderEliminarBonita bolsa para guardar un abanico q tanto valoramos.
ResponderEliminarPor eso la he hecho. Así durará más. Besos.
ResponderEliminarQué bonita!! Purita como siempre sorprendiendo! Qué ganas de verla en vivo y en directio. A ver cuando vienes a vernos!
ResponderEliminarHa quedado tan bonita que a lo mejor me la quedo yo...¡Que es bromaaaa¡
ResponderEliminarQue idea más original y que bonita te ha quedado
ResponderEliminarGracias Celia. El caso es tener ideas.
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