martes, 12 de enero de 2016

Mis sillas, por fin, terminadas.



POR FIN¡¡
Lo prometido es deuda: aquí están las sillas totalmente restauradas y ubicadas en su sitio definitivo.
Como podeís apreciar, he optado por colores claros y neutros. Así se potencia la luz y se gana en ligereza. Una máxima que también apliqué a la mesa: el sobre es de cristal, con lo cual el ambiente parece menos pesado. La tela, como os dije es un algodón muy fuerte, haciendo un pequeño damero, en tono gris claro. Además, para disimular los agujeritos de las chinchetas, opté por un tranpantojo, muy sútil, de florecillas rosas y blancas. Creo que el resultado ha merecido la pena, o, al menos, eso es lo que me parece. Vosotros me diréis. Besos y feliz vuelta a la rutina.

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