sábado, 27 de diciembre de 2014

Dos regalos muy especiales.


Sí que lo son. La carreta del "lejano oeste" ha sido un regalo de mi compañera Estela. El papá Noel, de mi hermana Tere. Ambas me sorprendieron de verdad. Dieron en el clavo. Nada de colonias, bufandas o pañuelos, regalos muy socorridos y, a la vez, repetidos en estas fechas. Me obsequiaron, por el contrario, con algo de la antigua magia que tenían aquellas navidades, en las que, sobre todo, soñabas con la posibilidad de un milagro en la noche de Reyes. Hoy sé que los milagros no existen, pero estos regalos me han hecho recordar que hubo un tiempo en el que creía en ellos. Ello reconforta. Dicen que el grado de madurez se mide por la anchura y el peso de los recuerdos. Los míos pesan, y mucho. Así que la deducción es obvia. La carretita y este Papá Noel, tan quijotesco, me han hecho regresar a escenarios perdidos. A una trastienda destartalada, en lo que antes fue un cine, y a una televisión, de las pocas que había en mi pueblo, con los ojos fijos en un mapa del oeste, que desaparecía, devorado por un fuego. ¡Qué tiempos de Bonanza¡ Y de expectativas ante una vida aún por estrenar. O a una biblioteca, en realidad una de las salas del ayuntamiento de Ibahernando, con los ojos ávidos de aprender, recorriendo las estanterías y a Doña María, nuestro ángel de la guarda particular, repartiéndonos trocitos de ilusión. Cuántos duendes, brujas narigudas, príncipes o mendigos-que también había-desfilaron por aquellas páginas tan manoseadas.
 Gracias Estela. Gracias Tere.
No sólo ha sido un obsequio. Me habéis brindado la posibilidad de rescatar recuerdos. Y esto en la madurez se agradece. Por aquello de aligerarlos...

martes, 16 de diciembre de 2014

El valor de la amistad se mide por los pequeños detalles.



Pues claro. En eso radica el éxito. Crear buenas energías.  Apostar por una corriente especial es lo que se deduce de estas imágenes. No sé si será amistad o no. Ya sabemos que la verdadera no abunda. Pero de lo que no cabe duda es que en Literatura Universal-una asignatura de 2º de bachicherato que imparto este año- algo de ella se ha colado. Buenas vibraciones que ayudan a comprender mejor a Shakespeare o La Eneida. ¿A que sí chicos? Por eso decidimos jugar a "los amigos", olvidándonos de lo manoseado que pueda estar el concepto. El resultado: las fotos. Ilustran un momento precioso que vivimos con estas sonrisas.


                    Va por todos vosotros.

Que la magia de estas fechas inunden vuestros corazones. Y guardad un poquito para la cuesta de enero. Besooosss...

martes, 9 de diciembre de 2014

Cascabeles en Navidad.



Este año mi corona viene cargada de cascabeles. Una palabra que sugiere, llena de buenos augurios. Sólo con pronunciarla, la boca se abre en una sonrisa. ¿Quién la inventaria?, me pregunto, porque fue todo un hallazgo. Juan Ramón Jiménez, sabedor de su musicalidad, la utilizó para hablarnos del trote amable de Platero, envuelto en un ligero"cascabeleo", mientras se le acercaba. Otros muchos, también.  Una grafía a la altura del sonido que este pequeño artilugio provoca. Por lo demás, evocador de recuerdos, de sonidos tan atávicos como recientes, porque su magia no cesa. Cada vez que los movemos, ésta vuelve. Y, siempre para sorprendernos. Como ahora, en el preludio de La Navidad.
Que su cascabeleo nos traiga de nuevo todas las mejores sensasiones.
Yo elijo la de la Paz. ¿Y vosotros?

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El antes y el después de mi nueva casa.



Siempre me pasa lo mismo: disfruto mucho con los prolegómenos. Los preparativos son para mí, incluso más importantes que el resultado final. Me apasiona barajar todas las posibilidades antes de decidirme por una de ellas. Esa sensación de provisionalidad es estupenda. Por eso, siempre que puedo, estiro los momentos, acario todas las posibilidades antes de que las otras sean abortadas. Poner los cuadros en el suelo, dejar los muebles sin una ubicación definitiva o cambiar de lugar otros elementos es una necesidad que he experimentado desde que era pequeña. Ahora estoy volviendo a revivir este tiempo tan único. He remodelado un piso antiguo y un montón  de alternativas me invade. Mientras tanto, un remolino de cosas van buscando su sitio e invadiendo los espacios. Cuadros, cojines, mesitas o sofás esperan en este maremagnum tan deseado.
Unos momentos que pronto disfrutaréis conmigo, si queréis seguirme en sucesivas entradas. Un antes y un después que, supongo, os gustará. Como aperitivo esta foto.

martes, 25 de noviembre de 2014

Mi navidad.



Yo, por si acaso, ya tengo preparada mi chimenea. Es uno de los alicientes en estas fiestas. Una sensación especial es la que  siento cuando, al amor del fuego, sueño despierta y me dispongo a revivir La Navidad. Unos días especiales en los que, por más que lo intenten mil y un centros comerciales, con sus mensajes materialistas y cansinos, no conseguirán asfixiar. Por lo menos en mi caso. 
Porque es la niebla tras los cristales, con su consistencia de algodón...
El olor a bizcocho recién hecho en la cocina...
Las gotas de rocío resbalando en las hojas de mi jardín...
El tintineo de unas copas de cristal y el olor de la mantelería, aún caliente por la plancha...
La cantinela de la lotería y la felicidad hecha de sonrisas...
El beso de un amigo o la carita curiosa de un niño...
El sonido de una campana, que trae recuerdos de otras épocas...
Una pared antigua rodeada de musgo y un belén esperando...
El frío en la cara y las manos calentitas en los bolsillos...
Luces ambarinas en unos atardeceres tempranos...
Y, sobre todas, la constatación de que aún puedes disfrutarlos...
Así que:
                          ¡¡QUE VIVA LA NAVIDAD¡¡



martes, 18 de noviembre de 2014

Que ya llega...


Dos antiguas pesas de hierro, unos corazones de alambre, cascabeles pequeñitos y una vela es todo lo que he necesitado para esta foto. Aunque no es sólo eso, es la respuesta a una necesidad que todos los años, por estas fechas, siento. Las pesas, ¿quizás? me remiten a la tradición, que todos sentimos tan adentro. Los corazones a ese toque de modernidad añadida. La vela, el elemento que une a ambas. En qualquier caso,  sentimientos encontrados mariposean en mi interior cuando me adentro en noviembre. A pesar del envoltorio materialista en el que, en ocasiones, vienen envueltas, yo aún creo en su magia ¿Y vosotros?
              ¡¡ Pronto se encenderá la llama ¡¡

viernes, 14 de noviembre de 2014

Más mimosas...



Otro cuadrito con una técnica muy sencilla contrastada: las mimosas están realizadas con un pincel redondeado de punta roma y el resto de las flores y el jarrón, con otro de pincel, pero en este caso  con cerdas cuadradas y más finas. El resultado es sencillo, con un toque "naif". Eso es lo que le hace diferente. Como podréis ver, además, el fondo es la tela de lino sobre la que pinté el conjunto. Otro toque, por lo menos, inusual. Besos y 


                                       ''BUEN VIERNES PARA TODOS¡¡

lunes, 10 de noviembre de 2014

Una amapola amarilla.



Una pintura nueva para un cojín nuevo. La tela es un lino fuerte de color blanco y las dimensiones serán de 50 por 50. Me decidí a pintar una amapola amarilla como único motivo y, además, escribí su nombre científico en el pie de la flor, como si se tratase de un cuaderno de campo. Me gustó el resultado por su sencillez,¿Y a vosotros?            
       
                                    ¡¡ BUEN LUNES A TODOS¡¡

viernes, 7 de noviembre de 2014

Una bolsa de tucanes.



Os presento una nueva bolsa. Es de una hornada reciente y, como podéis apreciar, en ella he practicado un orificio en la tela exterior para que se vea la tela interna, preciosa, de tucanes muy coloridos. Es un guiño a aquellos trajes renacentistas tan exuberantes y ricos, llenos de cortes y aberturas que no tenían otra función que la de resaltar el lujo de los tejidos interiores, tan importantes, o más, que los que se estaban a la vista de todos. Un canto para los sentidos, en aquella época en la que el hombre comenzaba a ser el centro, después de siglos de oscurantismo religioso. Una orgía visual, tan bien plasmada por  pintores y escultores renancentistas.
El círculo va rematado a mano con una cadeneta, confeccionada en lana, de un color acorde con el de el estampado. Que lo disfrutéis, como siempre. Besos y

                                 ¡¡FELIZ VIERNES¡¡

lunes, 3 de noviembre de 2014

Sobre hilos y bordados.



Otro de mis cuadros preferidos. Lo pinté hace tiempo, pero siento las mismas sensaciones cada vez que lo miro. Los hilos de seda, con los que mi madre nos bordaba los mandiles del traje de campuza, y el pañuelo, también bordado, con mi inicial, me transporta a una época lejana que, por suerte, aún pervive en mi memoria. Este cuadro está ahí para recordármelo. Recoge no sólo los elementos que, quizás, estén deficientemente, pintados, sino también sentimientos. Viven dentro de él y me hablan de esos días especiales en los que, con la inspiración de mi parte, fui tan feliz. Con los cantos de los perdigones de mi padre, como fondo y los guisos de mi madre en las pituitarias supe, no sé como, ir convirtiendo en realidad una idea. Apresar en la tela momentos, aparte de pintura y colores. Un peldaño que superé sola, sin que nadie me explicara volúmenes o formas. Un reto que, aún hoy, me acompaña. Lo pienso. Lo siento. Y me sonrío.
                        
                                        ¡¡BUEN LUNES Y BESOS¡¡

jueves, 30 de octubre de 2014

Nuestro jalogüín...(Continuación)

Y aquí está la otra parte de la entrada que dejé inconclusa. 
 Como podéis apreciar, fueron muchas las sorpresas. Sorpresas que pudimos, en alguno de los casos, paladear. En otros, disfrutar, viendo el ambiente cargado de elementos de esta fiesta tan típica de la cultura anglosajona. Aunque pensando, tiene muchos puntos en común con otras de nuestra tierra. Se me ocurre la de "Los hurramachos", cuando nos disfrazábamos, en la época de los carnavales, con ropas oscuras y con lo primero que pillábamos. Ese deseo de asumir otra identidad, aunque sólo sea por unas horas, está latente en todas las culturas. Una necesidad que se palpa en el imaginario colectivo de los pueblos, aunque en este caso adopte un matiz tragicómico. Supongo que una necesidad de conjurar todos los miedos. Lo que sí conjuro, y mucho, fue nuestro deseo de disfrute. Y vaya si lo logró. Las fotos están ahí para confirmarlo. Fue un paseo por los sentidos. Una fiesta de sensaciones. Un encaje perfecto en el que nos integramos con una sensación de alegría, de risas. Brujas y fantasmas nos acompañaron, mudos. Pero con clase. Arañas, escobas y pastelitos que paladeamos con fruición. En fin, un festival que espero vuelva todos los otoños. ¿Verdad que sí Teresita...?
Muchos besos por tus ganas.
Muchos besos por tus sonrisas.
Muchos besos por tus besos.

lunes, 27 de octubre de 2014

Un "Jalogüín" de ensueño.



Esta será una entrada doble. Ante el volumen de las fotos y su contenido no puede ser de otra manera.
¡Qué derroche de imaginación¡ Me hubiera gustado utilizar otra expresión, pero creo que no existe. Mi hermana Tere otra vez lo ha conseguido. Otra vuelta de rosca estupenda. 
Creo que no está nada mal utilizar costumbres y tradiciones de otras culturas. Por supuesto, sin olvidar las nuestras. Enriquece y te abre los horizontes hacia otras maneras de entender la vida. Y, si encima, se hace con esta clase, pues que viva "Jalogüín". Me gusta más esta expresión.
Fue un impacto ya desde el principio. Mirad las fotos: las puertas de su casa nos daban la bienvenida.Murciélagos y piernas. Pero el pasillo también: sombreros, escobas y una iluminación exquisitas nos anunciaban lo que no íbamos a tardar en var. Pero...eso lo dejamos para la próxima entrada. ¿Os parece?.
Que lo disfrutéis tal y como nosotros los hicimos. Un beso y buen lunes.

martes, 21 de octubre de 2014

¡Teresa la marquesa...¡



¡Teresa, la marquesa, tipití, tipitesa, tenía una corona, tipití, tipitona, con cuatro monaguillos, tipití, tipitillos, el cura y el sacristán, tipití, tipitán...¡ Esta era la canción con la que, muy a menudo, sorprendíamos a mi hermana Tere. Una melodía que me lleva a esas tardes inmensas de nuestra infancia, en las que el tiempo se vivía al ritmo de la comba, que vibraba como un silbido largo, o de los zapatazos estampados en la rayuela de La Fontanilla. Una melodía, además, asociada a olores auténticos, como las pastillas de chocolate con las que nuestra madre nos obsequiaba para festejar los cumpleaños o "los santos". Eran celebraciones sencillas, pero eran. Hoy, por suerte, lo siguen siendo. Y mi hermana Tere es la encargada. La maestra. Sabe, como nadie, desperezar emociones. Una vez más lo ha conseguido. Lo digo por la merienda del otro día. El día de santa Teresa. Como siempre, nos ofreció lo mejor. Y no sólo por las viandas y los complementos. Hubo, por lo menos en mi caso, una ocasión para recordar instantes de mi pasado. Una asociación mágica. El chocolate de tio Nicasio, el aire de La Fontanilla con olores a otoño, la leche calentita de mi madre, los brazos de gitano que Doña María, la maestra y mentora de mi hermana, hacía en la tahona del pueblo, los gritos de mis hermanos, los ladridos del perro cazador de mi padre...en fin,  sensaciones que, gracias a su buen hacer, han vuelto a despertar entre las dobleces de mi memoria. Gracias Tere, una vez más.
Y por eso de que una imagen vale más que mil palabras, las fotos.
 Espero haber estado a la altura de su contenido. 
¿Qué más decir?
Ahora es vuestro turno.