miércoles, 24 de septiembre de 2014

Un cuadro con cristales, cerámicas y flores.




El cuadro del bodegón. Me trae muchos recuerdos de una época en la que los olores a pintura y aguarrás eran lo cotidiano. Ahora lo son los libros de texto, tizas y pizarras digitales. Pero, no sé cómo, encuentro tiempo para seguir deleitándome con ellos. Es algo que siempre me acompañará. Recuerdo que lo pinté en una tela de lino que, previamente teñí con té. También el paspartú lo diseñé y lo realicé en tela de saco fuerte. El fondo decidí trabajarlo con aguadas de pintura, en tonos aligerados y dentro de la gama de los rosas, como la flor de la copa de cristal.

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