domingo, 5 de abril de 2015

Navidad en abril.



Así es. Navidad en abril. Se lo debía a mi hija, y aquí está. Una "Navidad" diferente, como su perspectiva. Las fotos hablan de ello. No hemos encendido la chimenea, ni, al mirar por la ventana, hemos atisbado la niebla. O las gotas de rocio en las hojas del jardín. Por el contrario, un sol rotundo y un aire diferente nos ha acompañado en esta celebración. Olores, también. De lilas, de rosas o de azucenas. Olores de primavera. Sensaciones, en definitiva, que se han colado entre langostinos, vieiras al estilo gallego o un buen solomillo de ternera. Si, sí, un menú navideño en toda regla, que habíamos pospuesto para un día como hoy, Domingo de Resurección Un trozo de tiempo que hemos rescatado del frío para fijarlo de nuevo en el calendario. Y en abril, cuando todo vuelve a la vida.
 Y que mejor momento que éste para disfrutar de los afectos verdaderos.
 Aquellos por los que te renuevas cada día. 
Aquellos por los que vuelves a reinventarte, en un sentido golpe de tuerca.
Aquellos por los que darías la vida.

   ¡¡ Va por vosotros y por todos los que nos quedan por pasar¡¡

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