lunes, 28 de octubre de 2013

Una flor-joyero.

Hoy, para endulzar el lunes, os presento mis flores-joyero. Como podéis apreciar por las fotos, son telas superpuestas que simulan una flor. Abiertas sirven como contenedor improvisado de joyas. Cerradas se convierten en una práctica bolsita para llevarla en la maleta o en el bolso. Tienen el atractivo de que pesan poco y caben en qualquier parte. En todo caso, pondrán, allí donde las dejéis, una nota personalizada de distinción. Porque ¿A quien no le gusta una flor? Vosotros me diréis.

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