lunes, 27 de enero de 2014

Sobre panes y recuerdos...

Lo que puede dar de sí una tela. Como ésta. Su estampado me evoca muchas mañanas de mi infancia cuando, después de recoger los huevos en el gallinero de mi abuela, me disponía a hacer los "recaos". Uno de ellos, y el más cotidiano, era el de buscar el pan. Un trayecto que, puntualmente, realizaba, entre los olores a pan calentito y los jugos gástricos revolucionados. No había placer mayor, en esas horas, previas a la comida, que extraer, de una bolsa similar a ésta, aquellos panes y saborearlos con fruición. Sabían a "gloria bendita". Hoy aún los añoro.
Seguro que vosotros también...

                                  

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