miércoles, 21 de mayo de 2014

Paisaje después de la batalla.



El paisaje es uno de los pasillos de mi instituto, la batalla la que acababan de lidiar los alumnos de 2º de bachillerato, después de una tarde-noche muy especial: la de su graduación.
Me gusta capturar instantes sencillos, momentos cogidos al vuelo, como este, en donde no hay posado que valga, solo espontaneidad a raudales. Esta mañana se me presentó la ocasión y no lo dudé. Cogí el móvil, después de una interrupción imprevista y esto fue lo que la cámara me devolvió: sonrisas. Tan previsibles como auténticas. Una banda verde, que no es otra cosa que la puerta, sirve para marcar la diferencia, la inflexión del momento: ellos ya están de la otra parte, contemplando lo que acaban de dejar. Felices. Liberados. 
Las aulas, desde ese instante, serán para ellos sólo un recuerdo. No así los sentimientos y vivencias que se llevan después de todos estos años.
Para mi, además, un puntito de melancolía.
Y la certeza segura de que, al cabo de un año, todo será igual.
Y, al mismo tiempo, todo diferente


                   ¡¡Va por todos ellos y por los que vendrán¡¡


2 comentarios:

  1. Precioso Puri, es grato recordar al alumnado en momentos importantes para ellos y más si están llenos de sentimientos...

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  2. Muchas gracias Antonio. Tú si que has conseguido remover sentimientos en una tarde magnífica. Felicidades por tu dedicación y entrega desinteresada para que el acto resultase así de brillante. y felicidades a todos los demás que también lo hicieron, en especial a Eva. Esos videos lo merecen.

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