viernes, 30 de enero de 2015

Una piel que acaricia los sueños.



Ya sabéis que soy una pirada de los cojines. Siempre estoy cabilando sobre nuevos materiales, telas e, incluso, ensayando diferentes formatos. En esta ocasión, me apetecía hacer algo en piel. Una idea que me rondaba en la cabeza desde hacía tiempo. Y, aprovechando que estoy metida en la decoración de mi casa nueva-hoy os enseño solo un poquito- os muestro esta idea ya materializada.
 ¿Cómo lo he hecho?
Ha sido sencillo, creo. Para ello he reciclado una vieja chaqueta, que tenía los delanteros forrados con esta piel. Con mucho cuidado, fui descosiéndolos y, una vez encarados, los fijé a la tela. Para evitar que resbalara la aguja, cogí un papel asedado y lo puse encima. Después fue facil desprender el sobrante. Además las uniones no se aprecian al tratarse de una piel de pelo largo. El resultado es de lo más cálido. Estamos en invierno y se agradece su tacto. Elegí una tela acorde con la funda del sofá que, por cierto, también es muy calentita. Una pieza que compré en un mercadillo y que, ahora me ha venido al pelo. Es de las que se utilizan para confeccionar ropa de abrigo. La compré sin saber muy bien su utilidad, pero ya ha encontrado su sitio. Para mí es una satisfacción inmensa "customizar" los ambientes, hacerlos únicos y, además,  sin gastar demasiado, sólo derrochando imaginación.
¿Qué os parece?
Yo ahora los voy a disfrutar. Un buen libro-"Los años de peregrinaje del chico sin color, de Haruki Murakami"- y un vaso de leche calentita me esperan.

   ¡¡  BUEN FIN DE SEMANA A TODOS¡¡

2 comentarios:

  1. Qué pasada de cojín, Puri. Tu imaginación es inagotable. me encanta.

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  2. Muchas gracias por el comentario.

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