martes, 19 de noviembre de 2013

MIs meriendas con Teresa VI.

En muchas ocasiones me da por pensar en los afectos. Y, también, en las múltiples formas que hay de manifestarlos. Yo los recibí escondidos en el olor de unas natillas o en la sabrosa textura de unas croquetas. Así eran los besos de nuestra madre. Sus caricias. ¿Quizás debido a una educación, marcada en exceso por las distancias? No lo sé. El caso es que nos criamos apreciándolos desde una perspectiva culinaria. Y, como no, desde otra muy pictórica. Siempre llevaré en el recuerdo la parafernalia de todas esas veladas familiares, en donde los manteles de lino, la vajilla y la cubertería eran, también , imprescindibles. Fueron unas semillas que ahora veo, con emoción, germinadas. Y, a mi hermana Teresa, le tocó en suerte  un buen puñado. De eso no hay duda. Las imágenes de sus meriendas lo avalan.
 ¿Un espectáculo de los sentidos?. ¿Una melodía para el alma?
Ambos calificativos casan de forma rotunda en la última de sus meriendas. Nada más subir el telón, volvieron, como en una riada, todas las sensaciones. Fueron unos momentos iniciáticos especiales, como los que se experimentan antes de comenzar un rito. Aunque en este caso no tenga nada de místico o de oscuro. Muy al contrario, una explosión de colorido, de armonía. De felicidad. Y mi hermana Tere, cumpliendo con su función de sacerdotisa improvisada, lo hizo, como siempre, a la perfección. Nos brindó no sólo comida. Eso sería simplista. Además, la posibilidad de soñar. De introducirnos en un mundo de emociones y sensaciones reinventadas. Esa es su virtud. La de dar de comer no sólo a los sentidos, sino también al alma. ¿Y qué es el alma?
Pues señores, yo os remitiría a estas meriendas. No sé cúal sería la definición más acertada. pero seguró, segurito, que allí os encontrariáis con un trocito de la vuestra.
Puede parecer exagerado, hasta cursi. Pero me da igual.
Son las palabras que aguardaban para salir y no he podído contenerlas.
Gracias Tere.
 Sabes como nadie, besar, aunque sea a través de tus pasteles.
Sabes, como nadie, escribir emociones, aunque estén escondidas entre tus centros de flores o entre el brillo de tus vajillas...
Sabes, como ninguna, cautivarnos a través de lo que creas...
                                                  ¡¡¡FELICIDADES¡¡¡
 Y PARA MAÑANA LAS FOTOS...

19 comentarios:

  1. Puri, en esta ocasión discrepo o tengo percepciones distintas respecto al cariño que yo he recibido de mi abuela ( tu madre ).
    De acuerdo, no era una persona sobona o empalagosa, cosa que me encanta pero el cariño y los afectos que yo he recibido de ella van mucho más lejos de los que pueda haber escondidos en unas natillas y unas croquetas, podría enumerar muuuuchas formas.

    Para mi ha sido una abuela con mayúsculas.

    muchos besos

    ResponderEliminar
  2. Por fin un comentario hecho desde las sensaciones. Creí que eras alérgica a ellas. Qué lástima que no hayas entendido lo que he querido decir. El cariño que mi madre me prodigó en vida va mucho más allá. Y, como no tengo palabras adecuadas para nombrarlo, he acudido a sus guisos, de la misma manera que podría haberlo hecho de otra manera. ¿Te queda claro, Anita?

    ResponderEliminar
  3. Acabo de leer tu relato y, como siempre, que lo haces, has logrado emocionarme. Sigue así. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Inma. Por leerme y por tus valoraciones. Un saludo.

      Eliminar
  4. Estoy deseando ver las fotos. Sin ellas, como que falta algo.

    ResponderEliminar
  5. Te sigo en el blog y cada día me parece que te superas. Me ha encantado, ¿Y esas fotos?...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que exageras. Mañana haré una entrada con las fotos. Y así os hacéis una idea...

      Eliminar
  6. ¡Vaya entrada preciosa! está llena de cariño, sentimiento y sobre todo bonitos recuerdos. Es con lo que yo me quedo, sin lugar a dudas. Enhorabuena mami :)

    ResponderEliminar
  7. No esperaba menos de tí. Muac y requetemuac...

    ResponderEliminar
  8. Bonitas palabras. Hermosos sentimientos. Felicitaciones.

    ResponderEliminar
  9. Purichy,sin palabras...sobran todasss.
    Sólo: MIL GRACIAS.
    Bssss.

    ResponderEliminar
  10. Pues, las que tú tienes. ¡¡Vaya arte¡¡ Y que nunca lo pierdas.

    ResponderEliminar
  11. Yo quiero unas meriendas como esas,unas hermanas como esas,unas dedicatorias como esas......Que bonitas tod@s esas cosas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, son un regalo. Y espero que duren tanto como nuestros deseos de mantenerlas. Saludos.

      Eliminar
  12. Después de leer esas bonitas y emotívas lineas,estoy deseando ver las fotos.Hasta mañana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues, si puedo, mañana, bien tempranito las tendrás...

      Eliminar
  13. Purichy,las fotos serán uno de los bonitos recuerdos,para siempre,de las meriendas.Bssss

    ResponderEliminar